Sábado 5 de julio. La Marmotte a nuestro aire
Lo primero de todo nuestro agradecimiento a Paco, por su labor para poder llevar a cabo esta Especial.
A las 7:15, con una mañana fresquita que no fría, partimos hacia nuestro desafío. 3 puertos HC (Hors Catégorie), 165 km y 4000 metros de desnivel.
El primer HC al que nos íbamos a enfrentar es “La Croix de Fer”, quizás el menos mediático de todos. Pero con sus 29 Km y su pendiente media de algo más del 5%, era un buen primer plato para la jornada.
Es un puerto que tiene bastantes descansos intermedios. Los pocos kilómetros que llevábamos, el prácticamente nulo tráfico a esa hora y, el ritmo conservador de todos, lo hicieron bastante llevadero. Una subida que hasta que termina el bosque de abetos está marcada por el agua. Gran cantidad de arroyos y cascadas por sus laderas. A destacar las vistas de los pantanos de Verney y Grand Maison..
A falta de 2.5 km para la cima, nos desviamos unos 300 metros para coronar otro puerto mítico, el “Col du Glandon”. Primeras fotos en grupo y a continuar ruta. Ya desde allí se intuye la cima del Col de la Croix de Fer. Llegados allí, un poco de avituallamiento sólido y líquido, y más fotos para inmortalizar el momento.
Llegaba otro momento complicado, el descenso. Si en general los descensos por estos puertos ya son complicados de por sí, se nos complicó más aun por el asfalto roto del crudo invierno y las cadenas de los vehículos que van hacia las estaciones de esquí. Algunos tramos eran directamente de gravilla en la bajada de la Croix de Fer hacia Saint-Jean-de-Mauriene.
Llegados a St. Jean de Mauriene hicimos un almuerzo rápido en una cafetería/panadería de un área comercial. Acto seguido nos encaminarnos por una carretera bastante transitada hacia St. Michel de Mauriene, donde nos desviaríamos hacia el Télégraphe.
Empezábamos a tener bastante más tráfico. También nos sirvió para darnos cuenta del poco respeto que se le tiene al ciclista en Francia. El metro y medio, es aquí ciencia ficción. Sin duda ha habido una mejor concienciación por nuestra parte, o allí el porcentaje de descerebrados por km2 es superior, o las dos cosas a la vez.
La subida al Col du Télégraphe es de poco más de 12 km de ascensión con una pendiente media del 7%. La subida transcurre casi en su totalidad por un bosque de abetos y una carretera bastante bien asfaltada. Era poco más de las 11:30 de la mañana y se empezaban a notar los efectos del calor, a pesar de que en el tramo boscoso había infinidad de sombras que lo aliviaban.
Empezaron a aparecer los temidos calambres para algunos, y al llegar a la cumbre se dio buena cuenta del líquido de pepinillos en vinagre de un bote de kilo que llevaba el coche de apoyo.
Llegados a la cima del Télégraphe, tocaba reponerse como se pudiera para afrontar el coloso del día, «EL GALIBIER».
Se empieza con un descenso suave de 4 km a Valloire, para afrontar los 18 restantes de ascensión.
Nada más empezar te recibe con un kilómetro al 10% en una recta al paso por Les Verneys. Después de la bajada eso te mata. Menos mal que después afloja un poco. Continuamos subiendo por el valle hasta llegar a Plan Lachat, donde dicen que se esconde el hombre del mazo. Parece ser que cuando yo pasé debía estar dándole a otro, y a mí no me tocó. Allí se acaban los árboles para ver una sinuosa carretera que se insinúa con lo que nos espera.
A estas alturas, el Galibier reclamaba su tributo y se cobró algún abandono. Aquí apareció, nuevamente, la labor fundamental de Raquel en esta Especial. Desde el minuto 1 quiso estar a nuestro lado, ayudándonos en toda la ruta, omnipresente. Para ofrecerte agua o preguntarte como estabas, animarte, sacar fotos ……… Sin duda alguna a mí me ayudó mucho, a parte de la tranquilidad que tenías de que estaría allí si la necesitabas. Fundamental para poder terminar esta Especial.
Curva a curva, herradura (tornantes dicen en Italia) tras herradura, pedalada a pedalada, intentando amoldarte al ritmo más cómodo, ”¿Por qué no me habré puesto un 34 en vez de ir con el 30?”.
Llego a falta de 5 km para la cima, y recuerdo las palabras de Roger “Si llegas bien a los últimos 5 km lo puedes conseguir”. “¡¡Al loro, que no estamos tan mal!!”
Desaparece cualquier resto de vegetación a partir del bar de Les Granges. Allí se empiezan a ver los coches diminutos llegando a las ultimas rampas. «¿No puede ser que tengamos que subir hasta allí?». La nieve y la roca en las laderas era todo lo que veía delante de mí. A esas alturas soplaba un poco de aire, que aunque algo frio se agradecía.
Casi arriba llegas al túnel, «¿ya pensabas que estabas arriba?» pues no, todavía te queda el último kilómetro, aunque ya lo ves tan cerca que te importa poco. Finalmente, ves como llegas a los 2641 m de altitud, muchos nunca habíamos subido tan alto en bici.
Recreándonos con el paisaje y haciendo las fotos de rigor, era hora de empezar a descender. Un descenso largo con el asfalto roto, pero algo mejor que en la Croix de Fer. Vuelta rápida por el valle hasta Bourg d’Oisans, pasando numerosos túneles.
Llegamos sobre las 7 de la tarde, tras doce horas. Satisfechos pero reventados.
Menos mal que no nos dio por completar La Marmotte subiendo a Alpe d´Huez ese mismo día. Bueno, hubo algún portento físico que sí que lo hizo.
Domingo 6/7/25 Alpe d´Huez
21 curvas,14 km de ascensión, porcentaje medio del 8%.
Eso son solo números, lo que ha forjado su fama han sido las ascensiones de leyenda por mitos del ciclismo. Probablemente si preguntas a algún aficionado a nuestro deporte sobre una cima mítica en los Alpes seguro que lo menciona.
A la misma hora del día anterior decimos ponernos en marcha. Algunos nos lo tomamos como una subida para el disfrute, otros se lo tomaron más en serio.
Pensaba que el cansancio de la etapa del día anterior me iba a penalizar, por suerte no fue así. Decidí levantar la cabeza del manillar y disfrutar de lo que tantas veces había visto por la televisión. Mirando los nombres de los vencedores que están en cada curva.
Casi toda la subida se hace por una ladera boscosa con la vista al fondo del valle de Bourg d’Oisans. Ya en los últimos kilómetros el valle no se ve. Afortunadamente, hay más curvas que kilómetros de ascensión, y las curvas de herradura siempre te dan un respiro, antes de las largas rectas que es donde realmente se pone difícil.
Recuerdo el paso por la curva 10, la bautizada como de Federico Etxabe. Etapa mítica que está en mis recuerdos, escapado y apareciendo entre la niebla para ganar.
Otra curva con leyenda, la 7, la llamada curva de los holandeses. ¿Pero cómo puede caber tanta gente en un sitio tan pequeño? Es normal que los corredores casi no puedan ni pasar. A partir de esa curva crees que tienes los primeros edificios de hoteles y apartamentos a tiro, pero es un grupo de edificios un poco aislados del centro. Curva 6, 5 y 4, la carretera vuelve a virar y se aleja de ese núcleo para seguir ascendiendo. La curva de 2 de Marco Pantani te marca el último kilómetro de esta ascensión. Ya está aquí la 1 y el pueblo. La verdad pensé que la estación era más pequeña, incluso me costó encontrar el camino a la meta entre sus calles.
Fotos en la llegada, bromas, y para abajo rápido que toca viaje de vuelta. Cuando vas bajando te das más cuenta del porcentaje del ascenso. A pesar de las prisas, aún nos paramos para poder hacer fotos de sus famosas curvas.
Y ya pasadas las 11 de la mañana, todos dejamos los apartamentos para empezar el largo regreso a casa. La mitad del grupo se embarcó a otra aventura dirección Bormio en Italia, para enfrentarse con otros desafíos. Pero eso, eso es otra historia (9 locos, de los 18 de esta especial, extendimos y fuimos a hacer otros 3 colosos: Mortirolo, Passo Gavia y Passo Stelvio, pero eso ya para contar en los almuerzos aunque aparece en el gran video resumen de Manel).
Sebas!! Un honor i orgull poder lluitar i "competir" al costat del Rei del "Rincón del Tour""! Ets un crack!!!
Tolo a vegades ens pot passar!!! Sort que estava el Javi alla dalt!! De tot se n'apren!! Per cert jo…
Una especial que he gaudit com una nena petita!!!! Fem sortida amb bones sensacions i fent bromes a les 8:30…
LA ÚLTIMA PALIZA ANTES DE LA ESPECIAL DE LOS ALPES. Gran etapa que tuvo de todo: En Merolla Manel, que…
Pagando mis errores. Salida exigente ya conocida para mí con sabor de alta montaña. La subida a Pal por ser…