ESPECIAL DEL VERANO OTSAGABIA-LARRAU: 6-7/7/2024

Sábado: Ochagavía, Laza (3ª, 3,10 km.-6,3% media), Isaba, Piedra de San Martín (HC, 25,8 km.-3,7% media-10% máx.), Arette (almuerzo breve), Hourcére/Issarbe (HC, 18 km.-6,3% media-14%máx.), Larrau (HC, 14,7 km.-8,15% de media-16% máx.), Ochagavía. 161 km., 3.950 m.

 Crónica de Tolo:

El viernes 5 de julio nos plantamos 13 integrantes del Club para realizar la especial de Verano. Fue una pena la baja de Àngel a última hora, un clásico de las especiales y al que  echamos a faltar.

Ya nos habían venido avisando de que no íbamos a tener buen tiempo durante el fin de semana, pero aunque parezca increíble Ochagavía nos dio la bienvenida el viernes por la tarde a 30ºC y con sensación de bochorno.

Todos sabemos que el tiempo en el Pirineo puede ser muy cambiante, y algún lugareño nos indicaba que será “húmedo al lado del rio”. Al llegar la noche, durante la cena, el sonido de los truenos y la lluvia nos sembró de inquietud. Al salir de cenar, se veía una cascada de agua impresionante desde la puerta del Hotel. Todavía teníamos un hilo de esperanza porque los pronósticos daban una ligera ventana libre de precipitaciones. Pronto todos a la cama, que la noche no estaba para ir dando paseos. Durante la noche también llovió fuerte, y al  levantarnos estaba todo el suelo bastante mojado.

Nos fuimos a desayunar. Por cierto, hay que hablar del nivel culinario de esta salida, que será difícil de superar. En el Hotel Anuñamendi, que era donde nos alojábamos, todos los días para desayunar nos ponían tortilla de patatas recién hecha y zumo de naranja recién exprimido también, con café que hacían al momento con la máquina de expreso. A parte de embutidos y bollería de buena calidad. Las cenas eran de menú con 5-6 primeros, 5-6 segundos y postres muy elaborados. Todo estaba muy bien, lástima que el vino del menú no acompañaba tales viandas.

Después de dar buena cuenta del citado desayuno y de acabar de convencer a algún indeciso que otro, nos preparamos para la salida con el suelo mojado y mirando al horizonte con una mínima esperanza. Todos sabíamos que lo que habíamos planificado no podría ser en su totalidad.

Salimos de Ochagavía con tiempo fresquito, sobre unos 12ºC, para coger rápidamente el desvío a Isaba y empezar con el primer puerto de la jornada, Laza. Un puerto bastante asequible en estos primeros kilómetros, algunos lo compararon con un St. Climent, pero que nos dejó ver los estragos de la tormenta de la noche anterior con ramas rotas por todo su recorrido.

Una vez llegados a Isaba comenzaba la parte dura de la salida, el puerto de Belagua- La Pierre de St Martin. Un titán de 1ª categoría con 14 km de ascenso y pendientes máximas del 10%. Al ser una subida por cara sur pudimos contemplar el valle del Roncal en toda su extensión hasta la un poco más allá del refugio de Belagua donde se cerró la niebla. De los picos clásicos de la zona, que son el Anie y La Mesa de los tres Reyes, no vimos nada por lo encapotado que estaba. Desde el paso por el refugio de Belagua hasta la cima solo vimos neblina y agua. La niebla, el frio y el agua, hacían inútiles las gafas, y desde aquel punto las guarde en el maillot durante toda la jornada, lo que me causó molestias e irritación en los ojos durante ese día y el siguiente. Ya en la cima se esperó a todos y pudimos hacernos la única foto del recorrido tiritando y empapados. Allí, los que creían que podían hacer el recorrido entero dejaron de soñar y se dieron un baño de agua y realidad.

Empezamos la bajada por la desértica hoy estación de Sky de Arette, para cercenar la salida en el cruce de Sainte-Engrâce, dejando la bajada hasta el pueblo de Arette y despidiendo al coloso de Issarbe para una mejor ocasión.

La bajada hasta Sainte-Engrâce fue dantesca. Carretera estrecha y mojada, mucha pendiente, manos frías, pavimento lleno de gravilla y con la tormenta que también había hecho de las suyas en esos lares. Hasta los más osados bajando se arrugaron ante este desafío. Poco a poco la carretera fue mejorando y secándose hasta llegar a Sainte-Engrâce. Allí tomamos el desvío hacia el pueblo de Larrau, donde justamente antes improvisamos un almuerzo en el Auberge Logibar, tomando bebidas frías o calientes y algo de comer. Como ya es tradición en los almuerzos de las especiales, son un poco a la aventura, al ser un terreno lejano a nuestra zona de confort.

Era la hora de enfrentarse al mayor desafío de esta salida, el puerto de Larrau. Categoría Especial con 15 km y rampas medias superiores al 10 y 11%.

La subida empieza poco antes del pueblo de Larrau, un pueblo bastante bonito, en el que los caseríos maridan con el entorno. Dejado el pueblo de Larrau comienza un bosque de hayas y robles con un manto de verde musgo, un impresionante paraje que seguro que será espectacular con los ocres y rojizos en la época otoñal. Curva tras curva y subiendo de desnivel pasa a ser un bosque impresionante de abetos. Mientras más altitud íbamos ganando el bosque se reducía para dar paso a los pastos donde vacas Rubias Pirenaicas, ovejas Lachas y caballos Pottokas están a su libre albedrío saliendo a la carretera y dejando señales de ello en nuestra ruta para decirnos, a su manera, que estábamos en su territorio y que no les incordiemos.

Llegados a ese punto, empieza un ligero descenso que te da un respiro a tus sufridas piernas, pero allí, como nos pasó anteriormente, la niebla se cerró y se perdieron todas las referencias de la cumbre como de los compañeros que iban por delante. La cima apareció de la nada después de la niebla. Hacía un aire frio e intenso, por eso algunos compañeros decidieron bajar rápidamente, algunos hasta evitando la foto de rigor por no pasar más frío.

En el descenso, una vez pasado el túnel, la carretera estaba seca y en buen estado lo que nos permitió una rápida bajada hasta Ochagavía.

Terminamos el día con una ruta de más de 116 km y con más de 2700 metros de desnivel. Nada mal para las previsiones que teníamos.

Por último, agradecer a los compañeros los momentos inolvidables vividos, y a Paco por su espléndida organización. Sin todos vosotros esto no sería posible.

Ya falta menos para la especial del año que viene.

Domingo: Col de Tlapa, Selva de Irati, Col de Tlapa. 48 Qm. 1.150 mts.

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COMUNICADO DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA, DEL VIERNES 5 DE JULIO.

¡¡ATENCIÓN, ATENCIÓN!!
¡¡A TODAS LAS UNIDADES!!

Hemos detectado 8 coches sospechosos, con ocupantes muy extraños.
Van todos con bicis cargadas en los coches, pero seguro que las bicis son una tapadera.
Voy a explicar lo que hemos averiguado observándoles.

De entrada, vemos 4 coches en los que van 8 personas (2 por coche) que acaban de salir de comer en Ayerbe (Huesca).

En uno de los coches van un tío de patillas y uno medio rapado.
El de las patillas va diciendo que es diesel (¡y se refiere a él, no al coche!) y va sollozando el nombre de un tal Àngel, al que aún no tenemos localizado.
Al medio rapado, cuando le escriben por whatsapp le llaman Van der Bluff, pero él insiste en que se llama Master Bike. No entiendo nada.
Y este medio rapado va diciendo no sé qué de que se va a inflar de sacar tarjetas rojas… Quiero la lista de árbitros del Colegio Nacional de Árbitros, a ver si sacamos algo.
Son tíos muy raros. No hay que perderles de vista.

Otro de los coches:
El copiloto, antes de parar a comer en Ayerbe ya se ha metido 3 bocadillos de… no os lo vais a creer ¡magnesio con pepinillos!.
Y el que conduce hemos visto que tardaba 3 horas poner las bicis en el portabicis en Barcelona. Parece buen tío, pero no os fiéis, esos son los peores.
El de los pepinillos no le ha ayudado ni un segundo a cargar las bicis y no paraba de chatear con el medio rapado del otro coche… no sé si hay un lío entre éstos…

El siguiente de los coches también tiene tela:
El copiloto tiene mucho peligro. Ha llamado con voz suave al restaurante de Ayerbe para reservar y le han dicho que no reservaban… pero (no sé cómo lo ha hecho) al final no sólo le han reservado una mesa para 8 a su nombre, sino que, además, le han dicho que invita la casa. Es un seductor peligrosísimo.
Y el conductor es otro tío raro (siempre sonriente) que en una grabación del año pasado le decía a un compañero: “En mi escala de prioridades primero está Dios y luego ya viene Paco”.
¡Hay que descubrir quién es ese Paco!

Y en el cuarto coche (el que va por delante) hay otros dos sospechosos.
Son dos tíos bajitos que deben hablar en clave, porque no puede ser que lo que dicen vaya en serio.
Van comentando desde hace más de dos horas que “cómo cambia la dificultad de la subida cuando una rampa pasa del 7,1% al 7,2%”.
Hay que descifrar la clave secreta de esa conversación de besugos.
¡Cóño! ¿Qué están haciendo ahora? … están dando vueltas como locos alrededor de una rotonda, ante el estupor de los otros tres coches que les acompañan.

Ostras!! Se les añade ahora otro coche.
Aquí va sólo el conductor. Otro tío raro.
Esta mañana se le ha visto a las 3 de la mañana corriendo una maratón y luego subiendo 40 veces en bici a Montjuïc y 40 veces campo a través.
Y le iba diciendo por teléfono a un amigo que hoy casi no había hecho nada porque tenía que viajar y tal…

Luego hay una furgoneta también con dos ocupantes.
El conductor también es muy sospechoso. Hemos seguido su historial y parece Indiana Jones. Se pasa la vida montaña arriba y montaña abajo. Invierno y verano.
Y se hace montones de selfies asomando la nariz por una lado de la foto.
Pero es que, además, va acompañado por otro que ya le ha pedido que pare la furgoneta 5 veces en menos de 2 horas.
Cuando paran, el acompañante lo saca todo de su bolsa y le van subiendo las pulsaciones hasta 200 por minuto, hasta que encuentra el casco y entonces le bajan a 45 por minuto.
¿Qué tipo de tranquilizante lleva en el casco?

El séptimo coche parece que sólo tiene un ocupante, pero tenemos muchas dudas, porque no para de hablar, es incansable… quizá lleve a alguien en el maletero.
Además, de vez en cuando habla en ruso… ¡muy sospechoso!.

Y en el último coche va una mujer, la única del grupo.
Se ha levantado a las 5 de la mañana, ha ido a la Selva de Irati, se ha pegado un palizón de caminar con sus amigas y todo eso (que tendría a cualquiera reventado) a ella le ha dado un subidón… Está contentísima, lleva horas entusiasmada del paisaje, de los pájaros y ¡hasta del humo de los coches!

¡Todos estos tíos seguro que han fumado drogas caducadas!
¡HAY QUE DETENERLOS A TODOS!