ANADA: per Zona Franca, El Prat, ctra. Viladecans, Gavà (RG), Begues (RG), Olesa de Bonesvalls i Avinyonet.
TORNADA: per Ordal (RG), S. Vicenç dels Horts, Sant Just (RG), Creu d’Olorda (RG) i Barcelona.
SORTIDA: a les 7:30h. PLAÇA ESPANYA, 96 Qm. / 1.200 mts.
Se nota que ya acaban las vacaciones y el grupo vuelve a subir de número. Hoy, 16 del A y dos invitados: del B y de Llebrers. A destacar, la vuelta de Antonio tras su pasó por el quirófano. Bienvenido a rodar de nuevo con el grupo.
Vuelta después de las vacaciones, estos días son peligrosos porqué te encuentras a algunos que van sin cadena, después de darle a tope durante el mes de agosto. Fue una alegría la vuelta de Antonio después de su operación. Aunque el dice que no está muy contento con el resultado, pero yo lo vi en buena forma.
También el recuentro con Jav y Pitu, que no nos veíamos desde la especial, y algunos como Félix que no lo veíamos desde casi tres meses. Y con muchos otros más que como mínimo no nos veíamos desde hace un mes.
La subida a Begues ya es conocida por todos, asi que cada uno a su ritmo para reagrupar arriba. Bajada y almuerzo en La Calçoteca, menos mal que René reservó porque había una grupeta que quería levantarnos el sitio.
En La Calçoteca está todo bueno, el bocata de butifarra muy rico, pero veo un abuso pagar por un almuerzo 10,5€ (un bocata, una bebida y un café), yo cuando voy a comer al bar del polígono pago 12€ por el menú del día con café incluido. Y tampoco es que me parezca barato.
Tras el almuerzo subimos El Ordal más ligeros, porque nos habíamos desprendido de nuestros dineros. Me pareció más tráfico de lo habitual en el puerto.
Una vez llegamos allí se produjo la diáspora del grupo, unos fueron por St. Bartomeu de la Cuadra, otros por el tenis. Otros más decidimos 1ue no haríamos la Creu y nos haríamos un St. Climent.
Llenado hacia St. Boí se produjo la anécdota del día, cuando los 4 que íbamos, Antonio, René, Jordi I, y un servidor. Nos abronco un presunto ciclista, diciendo que entorpeciamos la circulación. Y íbamos de uno en uno y pegados a la derecha, quizás para él sujeto deberíamos pegarnos al quita-miedos del arcén hasta rascarnos la pierna. Tras un intercambio de opiniones con él, decidimos mandarlo a tomar por el culo.
Subida a St. Climent, por los tres y vuelta rápida a casa. Casi llegando empezaron a caer unas gotas, pensé “de la que me he librado”, pero tampoco llovió más. Los inhibidores funcionan todavía.