RECORREGUT: Banyoles, Esponella, Crespia, Mare de Deu del Mont, Beuda, Besalú, Serinya, Banyoles, Rocacorba, Banyoles.
SORTIDA: a les 8,00h. desde Banyoles (parking Pabelló de la Draga) https://goo.gl/maps/vL9fgDviUf9DYzTp6 . 99 Qm. / 2.200 mts.
Primera especial de la temporada del Grup A. Un día espléndido (incluso demasiado calor en la parte final). Nos juntamos 14 para hacer esta salida. A destacar: un super miembro del B22 al que nos encantó volver a ver (Josep María Bordas) y dos invitados de lujo (Manel y Óscar). Lástima que Lluis Colominas finalmente no pudiera venir. Y a destacar también, el reencuentro con Jaume, al que esperamos ver el próximo sábado en la segunda especial, propuesta y diseñada por él.
Salimos super puntuales. A las 8,02 marcan los gps. Bravo.
Rodamos agrupados los primeros 15 kilómetros. En general, salvo algún pequeño repecho, carretera bastante cómoda. En cuanto cogemos el desvío a la izquierda, que pone Mare de Deu, Sebas dice (en realidad no pierde el tiempo en andar diciendo nada) que empieza el segmento, la cronoescalada, y sale como una flecha. Pero, oh, hoy se encuentra con: es un pájaro, es un avión, no… es Manel. Ellos, a su película, con Jaume no mucho más atrás y los demás, como es habitual en un largo rosario de a uno o de a dos. Desde ese desvío, son 18,5 kilómetros. Los primeros 8 más cómodos y los 10,5 siguientes, ya bastante más duros. La temperatura es cálida pero no agobiante, así que por ese lado se sube bien. Pero tantos kilómetros de puerto lo convierte en un HC. Aún con la larga distancia y dureza, las diferencias de tiempos no son muy grandes, como viene siendo habitual en el grupo.
Poco a poco vamos coronando todos y todas (Inma, pero vale por varias). En la cima nos está esperando una nube de mosquitos (en Rocacorba fue peor). Las vistas son espectaculares, a un lado y al otro. Lástima de un poco de bruma. Hacemos la foto de rigor y bajamos, que ya tantos mosquitos son molestos.
De bajada, una primera parada en una fuente de agua fresquita y podo después, en el desvío (cuesta verlo) a la derecha que baja hacia Beuda y Besalú. Los primeros kilómetros de bajada son estrechos, con curvas y bastante gravilla, así que hay que tener cuidado. Pasamos por Beuda y desde la carretera se puede ver su preciosa iglesia románica del siglo XI. Hoy seguro todos la vieron 😉
Continuamos bajando ligeros hasta llegar a Besalú, donde decidimos parar. Básicamente para que algunos bajen de la bicicleta y puedan ver de verdad la preciosa estampa de Besalú: el puente, el pueblo. Aunque ya de paso aprovechamos para tomar una bebida fresca (hay quien consigue tomar la bebida, un bocata y un café, en tiempo récord).
El calor ya aprieta, sobra toda la ropa. Tras estas últimas semanas (solo en Granera tuvimos algo de calor) no estamos aclimatados. Afortunadamente, esta parte es rápida, aunque con algunas trampas, hasta llegar a Banyoles. Entramos por Porquera y rodeamos el lago por el lado contrario a donde están los coches, para variar y para que nadie tenga tentaciones de quedarse ya allí y no subir el segundo puerto de la jornada. A René le tapamos los ojos porque dice que desde ahí ve el coche de todas formas. Incluso cree que el perímetro del lago es de apenas 1 kilómetro (es de 7 km.). Creemos que ya le está afectando el calor o es lo rápido que ha hecho las subidas. Ha sido top 5 en las dos subidas. Bravo.
Una vez que acabamos de rodear el lago, salimos de Banyoles y, poco después, giro a la izquierda y ya enseguida comienza Rocacorba 10,8 kilómetros. Un primera, por no tener unos pocos kilómetros más, que no por su dureza. Especialmente, desde poco más de 5 kilómetros a la cima, con medias sostenidas de 10,5% un kilómetro, seguido de 2 kilómetros al 9%. Después un kilómetro de descanso, para afrontar el kilómetro y medio final, otra vez al 10 y pico de media. Muy duro, y más con el calor que hacía. Menos mal que encontramos varias zonas de sombra. Dos compañeros (Josep María y Víctor) no pueden acabar de coronar porque se les hace tarde. Los demás, vamos llegando poco a poco a la cima, hasta la valla en donde termina la carretera, que recuerda a la de la bola del Rat Penat, dando también acceso a las antenas de telefonía. No llegamos con fuerza suficiente para acelerar la bici y saltarla, así que tenemos que conformarnos con terminar allí.
En cuanto llegamos todos, hacemos la foto de rigor y bajamos sin más esperas porque la nube de mosquitos es mayor que en Mare de Deu y muy molesta. Impresionante Óscar que consigue coronar a pesar de los calambres en la parte final. Al llegar casi no puede bajarse de la bici y se tiene que tumbar a estirar. Aunque ahí ya no sabemos si es de verdad o es una excusa para que Pitu le haga esos masajes que se han hecho famosos y muy demandados.
Bajada con cuidado, porque la carretera tiene diversos agujeros y zonas agrietadas. Parada en la Masia de las bebidas (genial la idea y confianza, con lo de poder dejar el dinero o mandar un bizum, etc.), aunque varios no tenemos muchas ganas de parar con tantos mosquitos y ya preferimos seguir hacia los coches.
Finalmente, llegada a los coches y despedidas. Gran día de ciclismo. No llegan a los 100 kilómetros pero con casi 2.200 de desnivel y dos tremendos puertos.
A las 5:40 en plaza Espanya. A esa hora había quedado con Javi y René. Menudo madrugón !!!!!. Tras el Tetris de poner las bicis en el portabicis, logramos salir muy puntuales a las 6 en punto.
Ya llegando a Banyoles, vimos a Josep Maria, que empezaba la ruta poco antes. Así que no fuimos los primeros en llegar al párking de La Draga, pero sí que llegamos con bastante antelación a las 7:30. Nos pudimos preparar con tranquilidad, y poco a poco llegaron los demás para empezar muy puntuales.
Hoy era un recorrido desconocido para mí, y viendo el perfil, asustaba y mucho. Decidí tomarme la subida a Mares de Deu del Mon en modo ahorro energía. A mi personalmente está subida se me atragantó más que Rocacorba, aunque todo el mundo dice lo contrario, puede ser que me pilló más en frio.
La bajada hasta Beuda se hizo por una carretera estrecha en mal estado y sucia de gravilla y pinaza, y con curvas muy cerradas.
No me enteré mucho del paisaje porque iba totalmente concentrado en el pavimento.
Ya en Beuda, tuve un problema mecánico, y el plato no me entraba. Así que todo el tramo entre los dos puertos lo tuve que hacer a plato pequeño.
La parada en Besalú, fue una bendición antes de afrontar Rocacorba. Allí tomamos algo rápido, un refresco y a seguir ruta.
Hoy el almuerzo ha sido sobre la marcha y patrocinado por nutrisport, en la que se han degustado todo tipo de guarrerías, barritas y geles. En fin, hoy si está Jesús le da un mal.
La subida a Rocacorba la afronte de menos a más. El calor no me afectó demasiado, y los calambres por deshidratación, no hicieron aparición. Había bebido bastante y el gel de magnesio también hizo lo suyo.
En las dos cimas, no pudimos disfrutar de las vistas. Unos diminutos insectos, no sé si moscas o mosquitos se encargaron de amargarnos las vistas. Menuda plaga !!!!
Y otra vez para abajo con una carretera peligrosa, con asfalto en muy mal estado y hasta con escalones.
Ya en el parking despedida de todos, para llegar a casa pasadas las 16:45.
Cansado pero satisfecho de otra gran jornada de ciclismo.
Ascensión a Mare de Déu del Mont:
La subida a Mare de Déu del Mont te llevará a través de paisajes pintorescos de la región de Garrotxa. A medida que avanzas por la carretera, disfrutarás de vistas impresionantes de colinas, valles y bosques, creando una experiencia visualmente gratificante.
A medida que te acercas al santuario de Mare de Déu del Mont, podrás apreciar su importancia religiosa y cultural. El santuario ha sido un lugar de peregrinación durante siglos y su presencia imponente en la cima de la colina crea una sensación de serenidad y paz.
Al completar la subida y llegar a la cima de Mare de Déu del Mont, experimentarás un sentimiento de logro personal. La combinación de la belleza del entorno y el cumplimiento de un desafío físico te brindará una satisfacción profunda.
Ascensión a Rocacorba:
La subida a Rocacorba es conocida por su exigencia física. A medida que te enfrentas a los 13 kilómetros de ascenso y las pronunciadas pendientes, experimentarás un intenso esfuerzo físico. La sensación de superar tus límites y alcanzar la cima es extremadamente gratificante.
A medida que avanzas por la carretera que lleva a la cima de Rocacorba, serás testigo de impresionantes vistas panorámicas del paisaje circundante. La combinación de colinas, bosques y campos crea un entorno natural hermoso y sereno que te acompañará durante toda la ascensión.
Rocacorba no es una subida tan concurrida como otras rutas populares, lo que significa que es posible que experimentes una sensación de aislamiento y tranquilidad mientras pedaleas. Este ambiente pacífico puede permitirte concentrarte en tu esfuerzo y disfrutar de la conexión con la naturaleza.
En resumen, tanto la subida a Rocacorba como la subida a Mare de Déu del Mont ofrecen sensaciones de desafío físico, conexión con la naturaleza, belleza escénica y una sensación de logro personal.
(Textos literales obtenidos con ChatGPT, jejeje.)
Si recupero las constantes vitales escribo algo ayudado de mi propio cerebro. Abrazos a todos!!