Vicente Blanco “El cojo”

Vicente Blanco “El cojo”

Nació en Larrabetzu, Vizcaya, en 1884 (aunque en algunas referencias se dice que era de Deusto, distrito de Bilbao).
En todo caso, ya veremos que parece “del mismo Bilbao”.

Blanco era un personaje peculiar, que de muy joven empezó a trabajar de marinero.
Con 20 años, en 1904, entró en una fábrica siderúrgica, La Basconia.
Un año después una barra de metal al rojo vivo le entró de abajo a arriba por el talón, dejándole todos los músculos del pie izquierdo destrozados.
Y menos de un año más tarde, los engranajes de una máquina le atraparon el pie derecho, haciéndole perder los cinco dedos.
Quedó con dos muñones en los pies. Pero eso no le importó para seguir practicando el ciclismo.

En 1908 llega su primer gran triunfo: gana el Campeonato de España, con algo de “trampilla”:
A mitad de recorrido los ciclistas debían firmar en el control de paso. Cuatro ciclistas, entre ellos Vicente Blanco, llegaron escapados; y Blanco fue el primero en firmar, arrancando de inmediato.
Cuando el siguiente corredor fue a firmar, se encontró con la punta del lápiz rota. Tuvieron que esperar a que el juez de control le sacara punta con una navaja para poder firmar… para entonces El Cojo ya estaba lejos.

Pero en 1909 demostró que era el mejor, volviendo a ganar el Campeonato de España, con más de media hora sobre el segundo clasificado.

Buscando nuevos retos, en 1910, año en que se subían por primera vez los Pirineos en el Tour, cuando una cuarta parte de los inscritos se retiró al descubrir cuál iba a ser el recorrido, Vicente Blanco se apuntó para correr el Tour. Se inscribió en la categoría de “isolés”, aquellos ciclistas que iban solos, sin equipo, a la aventura y tenían que buscarse la vida para comer, alojarse, reparar la bicicleta o solucionar cualquier contratiempo que les surgiera.

Y no sólo eso… como no había mucho dinero y “era de Bilbao” decide hacer el camino entre Bilbao y París en bicicleta. 1100 kilómetros a recorrer en cinco días si quería llegar a tiempo.
Tras cinco días de viaje, por carreteras descarnadas, polvorientas y plagadas de baches y piedras, llegó a París el día anterior al inicio de la carrera, con la bicicleta destrozada, extenuado y enfermo por el esfuerzo.
Un mecánico español le proporcionó una bicicleta ligera, de 15 kilos, para que pudiera arrancar la competición.

Acabó la primera etapa, de París a Roubaix, de 272 kilómetros, fuera de control. Achacó el fracaso a las averías, al cansancio, a las caídas… pero sobre todo a que “no pude hacer nada contra aquellas fieras bien alimentadas”.

Como comenta la foto, Blanco es el de abajo a la izquierda, con aspecto “perjudicado”.

No volvió al Tour, pero cuando regresó a Bilbao fue recibido como un héroe.

El triplete de la Paris-Roubaix de 1996

El triplete de la Paris-Roubaix de 1996

El 14 de abril de 1996 se disputó la 94ª París-Rubaix, 100 años después de la primera edición en 1896.
La victoria fue para Johan Museeuw, que ganaba la primera de sus 3 París-Roubaix.
Este hecho en sí ya es noticiable, pero lo apoteósico de aquella edición es que, por primera y única vez hasta hoy, tres integrantes de un mismo equipo, el MAPEI-GB, entraban juntos en el velódromo de Roubaix.

Como se puede ver en la foto, no se esprintaron entre sí. ¿Cómo se decidió el orden?

Durante años se ha dicho que una llamada del patrón del equipo, Giorgio Squinzi, al director del Mapei, Patrick Lefevere, a falta de 15 kilómetros de meta, decidía que la victoria del Infierno del Norte debía ser para Johan Museeuw y que luego entraran Gianluca Bortolami (2º) y Andrea Tafi (3º).

En una entrevista de Museeuw para VOLATA en abril del año pasado, éste desmentía la historia: “Nadie dijo nunca si tenía que ganar Museeuw, Bortolami o Tafi. Yo entonces era el líder del equipo, como también lo había sido en los años anteriores. Tafi y Bortolami eran mis gregarios. Yo decidí quién había acabado segundo y quién tercero”.

Sea como sea, una película para la historia que se puede revivir en este vídeo:
https://www.dropbox.com/s/henxhrup0s6xl7j/1996%20Paris-Roubaix%20triplet.mp4?dl=0

Louison Bobet. “Los campeones pasan solos por la Casse Déserte”.

Louison Bobet. “Los campeones pasan solos por la Casse Déserte”.

Bobet es uno de los grandes del Tour y del ciclismo.
Fue un pionero del entrenamiento científico, cuidaba su alimentación y era metódico a la hora de preparar sus entrenamientos; cuestiones que hoy en día parecen naturales, pero que en aquellos años 50 casi nadie contemplaba.

Tras dejar el ciclismo se convirtió en empresario y fundó el Instituto de Talasoterapia de Quiberon en 1964 (tratamientos reumáticos basados en medios marinos: agua de mar, algas,…) y abrió centros de rehabilitación por toda Francia.

Murió en 1983, con sólo 58 años, tras una larga enfermedad y varias operaciones.

Ha pasado a la historia por ser el primero en ganar el Tour en tres ediciones consecutivas: 1953, 54 y 55.
Además, ganó 4 de los 5 Monumentos y fue Campeón del Mundo de fondo en carretera.

Tuvo rivales de altísima talla, lo que le da aún más mérito a sus triunfos: Coppi, Bartali, Koblet, Kubler, Gaul, Bahamontes (todos ellos ganadores de Tours).
De Bobet es la frase de que «Los campeones pasan solos por la Casse Déserte del Izoard».

Tour de 1953:
Con una enorme exhibición en el Izoard, pasando en solitario por la Casse Déserte, ganó ese día en Briançon, se puso líder y ya no abandonó el maillot.

Tour de 1954:
Nueva exhibición en el Izoard (esta vez de amarillo en solitario por la Casse Déserte) y nueva victoria en Briançon.

Tour de 1955:
Este año no se sube el Izoard pero empieza a cimentar su triunfo el día del Mont Ventoux, en que gana la etapa en Avignon.
La chica que le anima en la foto es su mujer, Christiane.

Volviendo al Tour de 1953, es célebre esta imagen en la Casse Déserte:

El que está haciéndole una foto a Bobet es Coppi, en pantalón corto.
Coppi en 1949 y en 1951 ya había pasado en solitario por la Casse Déserte.
En 1953 Coppi no corrió el Tour y fue a ver la etapa con Giulia Occhini, su amante, la famosa Dama Bianca (aplaudiendo al lado de Coppi).

Bobet y Coppi han sido los dos grandes dominadores del Izoard.
Por ese motivo hay dos placas en la Casse Desérte que recuerdan sus gestas:

Para acabar una breve y deliciosa película de esa subida al Izoard de 1953.
La imágenes sepia están comentadas por el mismo Bobet.

https://www.dropbox.com/s/d7lga04nuvqic9i/1953%20Louison%20Bobet%20y%20Fausto%20Coppi.mp4?dl=0