OLESA: 26-1-2019

ANADA: per Zona Franca, el Prat, la Pava, Gavá (RG), Begues (RG) i Olesa de Bonesvalls.

TORNADA: per Plà d’en Pelach (RG), Casetes d’en Julià (RG), Vallirana, Cervelló, Molins de Rei (RG) i Barcelona.

SORTIDA: a les 8:30h. de PLAÇA ESPANYA, 77 Qm. / 800 mts.

Crónica: nos juntamos 15 para esta salida. Fresquito al inicio, aunque menos que estos días y con el día despejado fue mejorando la temperatura. Tras las navidades, y después de dos salidas llanas de rodar, primero de ir metiendo montaña poco a poco.

En el punto de salida coincidimos con llebrers (aunque los de Poblenou no sabíamos que se ha cambiado la salida de metro (o torre) en la que se queda. Rodamos con llebrers los primeros kilómetros hasta psar la terminal del aeropuerto y coger la carretera de la chatarra.

Subida por Montjuïc y en Bauhaus se incorporan algunos más. Se rueda en grupo (ver anexo) hasta la base de Begues. Desde ahí, como en todo puerto (y éste tiene zonas duras), cada cual sube al ritmo que puede. Reagrupamos en la cima, donde nos damos cuenta que faltan dos compañeros. Chus se siente enfermo y regresa desde aquí hacia casa. En la subida también encontramos a Artal del B que decide coronar antes de bajar a almorzar a Bruguers donde se quedaba el B.

Algunos se adelantan para reservar sitio. Una vez estamos todos vamos al casal de Olesa a almorzar. Buen almuerzo, foto de grupo y de regreso.

En esta época al salir el Casal suele hacer bastante frío. “Afortunadamente” enseguida hay repechos, algunos fuertes, en la subida has Plà de Pelach, con lo que se entra rápido en calor. La carretera está muy húmeda y peligrosa por lo que hay que tener cuidado en la bajada. Desde Plà de Pelach hasta las casetes d´n Julià la bajada es fuerte con la carretera en muy mal estado y dos curvas peligrosas.

Reagrupamos en las Casetes y desde ahí ya rodamos en grupo hasta Barcelona.

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Anexo de Sebas: “El otro Begues”

Faltaba poco para llegar a Begues y probar fuerzas en la primera subida seria del año, en la que (lógicamente) ignoraríamos todos los consejos que recomiendan que en este mes no se fuerce, que sólo hay que rodar, y tal, tal y tal.

Y en una rotonda cualquiera después del aeropuerto, el numeroso grupo de compañeros del Montjuïc se divide en dos. Joan y yo, que vamos hablando en la cola, vemos como el grupo parece una cremallera que se abre y la mitad de los “dientes” por un lado y la mitad por otro.

Nos quedamos bloqueados, mirando a derecha e izquierda tratando de identificar nuestro grupo y, tras unos segundos, convencidos por algún sutil detalle que no recordamos, tiramos hacia la izquierda.

Como nos hemos quedado un poco retrasados, tenemos que apretar como locos para pillar al grupo. ¡Cómo corren!. Poco a poco lo vamos pillando y, cuando por fin lo conseguimos, vamos repasando las siluetas una por una y… ¡Dios!… ¡No era este grupo!.

Bajamos un poco el ritmo para que nos llegue menos sangre a las piernas y más al cerebro y, tras alguna pregunta a ciclistas que pasan por ahí y consultar al Sr. Google, vemos que hay que seguir indicaciones a Gavà y luego será fácil encontrar el camino a Begues.

Antes de empezar la subida, whatsapp al grupo para que no crean que nos hemos evaporado.

Arriba en la rotonda nos espera parte del grupo. Y entonces toca intentar explicarnos de manera convincente para que el despiste parezca “razonable”. Al final, una anécdota para explicar a las niñas en casa.