Crónica de Iván:
EL LÁRGO VIAJE
Llevábamos casi dos semanas locos con el Whatsapp organizando todo el viaje, al final fuimos Rosa, Blanca, y un servidor. Que si tú te encargas de esto, que si yo pongo la casa, que si yo el coche, lleva esto, lleva lo otro, consejos catastrofistas al más puro estilo del presentador Pedro Piqueras en sus mejores tiempos sobre que hay que llevar de ropa… (… por que en la bajada se te congelan las manos, luego el cuerpo, y los órganos empiezan a fallar…) Menos mal que yo había vivido allí y el Envalira no tiene secretos y se su clima, y pese a estar toda la semana pendiente del parte, pintaba bueno.
Salimos hacia Puigcerdà el día antes de la marcha y ya estábamos cansados, pues el viaje de ida resultó más movido de lo esperado, dos sustos por el camino, uno con la bici de Blanca (Se cayó del techo en mitad de la C-58 y pareció un escena de The Fast And The Furious 7, pesadilla en Sabadell) que aunque hagamos broma fue una situación muy peligrosa para los demás coches y para nosotros mismos ya que la bici quedo en el carril central y nosotros en el izquierdo…) , y el otro susto fue con una “posesión semi-demoniaca” que casi nos saca de la carretera cuando Blanca después de whasapear con su móvil durante rato en silencio, habla sin darse cuenta de su elevado e inesperado tono de voz en mitad de un silencio apacible… jejeje. Después de esos dos problemillas finalmente todo se solucionó como esperábamos , llegando a las 20:30h con un paseo por el Llac de Puigcerdà y una buena cena en el Rte. Kennedy, todo sumado junto con el cansancio ayudó a dormir mejor y descansar lo posible para la batalla que tocaba el día siguiente.
EL DÍA D
Daban las 06:30 h y nuestros ojos se abrían al son del irritante despertador que anunciaba la llegada del gran día, ¿No se por qué pero hoy no costó despertar tanto como otros días? Abriendo la ventana y respirando aire puro viendo amanecer el sol detrás del Puigmal ayuda y mucho, pero los nervios ahí estaban.
La Ruta Pirineáica de Les Tres Nacions nos esperaba, una marcha que, a priori, solo presenta la dificultad de subir un puerto duro, 28 Kms del Port d’Envalira a 2.408m (casi 50 Kms desde la Seu d’Urgell a 690m) y 3 kms del Col du Puymorens a 1.915m en 140 Kms de recorrido, siendo hasta La Seu d’Urgell llano y descendiendo, y una vez coronado el Puymorens lo mismo. La principal gracia de esta marcha reside en que en una sola se atraviesan tres países y se asciende el puerto asfaltado más alto de todo el Pirineo.
Nos vestimos con nuestro traje de batalla y nos hacemos los tres una última mirada como diciéndonos, ¡Ya no hay marcha atrás! y salimos de casa, con los nervios nos dirigimos a la salida, con los nervios de no haber recogido el dorsal nos olvidamos de un detalle muy importante: “Tomar café” aunque la organización agasajaba con chocolate a la taza y coca.
Recogido el dorsal, entramos en el carril de salida junto con el resto de los 736 participantes y vamos oyendo como en San Fermín un chupinazo cada 5 min, nervios, fotos, consejos, y salida lanzada, este es uno de los mayores problemas ya que la gente quiere hacer tiempo, y desde Puigcerdà hasta la Seu de Urgell es llano y bajada y se alcanzan altas velocidades, junto con los nervios se producen caídas, (según se, hubo tres buenas, una de ellas la que pudimos ver en Alp).
Salimos bien, y pese a que podíamos engancharnos fácilmente a cualquier grupo decidimos tomarlo con calma y hacer la marcha como la habíamos planeado, es decir todos juntos y así fue. La gente iba volando y el ímpetu de ellos más el rebufo del grupo te ayudaba a rodar. Iban pasando los kms y llegó el Km 9, después de pasar la población de ALP ya éramos los últimos de la carrera con el BUS escoba detrás, pero eso no nos importó lo más mínimo, nosotros a lo nuestro, si es verdad que podríamos haber cogido una grupeta, pero estoy seguro que en esta marcha correr mucho al principio se paga en la subida. (Y doy gracias a que entre los tres tomásemos esa decisión)
Pasaban los kms, los bellos paisajes, yo iba haciendo fotos para Blanca y Rosa e iba recordando mis vivencias de niño en La Cerdanya, poco a poco sin darnos cuenta llegamos a La Seu d’Urgell donde empieza la verdadera “marcha”, cuando comento: “Aquí empieza el infierno de subir” (Ya que es desde aquí, aunque suave también sube hasta la capital de Andorra, donde empieza oficialmente el puerto) es cuando salta todas las alarmas y que Rosa nos comenta que sin café no puede andar que nos hemos olvidado de ella en la salida (Y es verdad por que la noche antes estuvimos buscando bares que abriesen pronto (antes de las 7h) pero los Pirineos y su vida tranquila ninguno abría antes de las 8 o 9…), seguimos camino y negocio con el bus que nos esperen en Andorra La Vella en el avituallamiento solido y seguimos hasta nada más pasar la Frontera paramos en el famoso centro comercial “El Punt de Trobada” nos detenemos a “repostar” Un café y un mixto devolverían la alegría en la mirada de Rosa, y nuestra al ver que se encuentra mejor.
Saqué mi vena de “Sherpa” guiándonos a los tres por las calles de las bonitas poblaciones, que al ser los últimos, y haber pasado ya el Bus escoba ya habían quitado la señalización pero llegamos al avituallamiento donde nos esperan ricas viandas (Pollo a l’ast, bocadillos de chorizo, queso, y frutas) todo tipo de líquidos, y la organización de “10” que no nos abandonó pese a ser los últimos durante toda la marcha. Volvemos a arrancar y la gran sorpresa esta vez con la escolta de un motorista de la policía andorrana que no nos dejó en toda la subida yendo a nuestro paso detrás nuestro a modo de escudo para los coches que daba gusto como nos respetaban… Nada más salir al kilómetro empieza lo duro, una rampa de 2 kms que cruza Escaldes y que poco a poco empieza a empinarse con un inicio de 8% y llegar hasta el 15% que iba haciendo que pensásemos : “Si esto es así ahora,,, ¿Cómo será arriba? Pronto calme los animos pues la subida me la conozco como la palma de mi mano e informe que había un falso llano después.
Subir el Envalira no es complicado, sólo es como un gran combate de boxeo contra un púgil famoso, que se trata de varios asaltos y que a medida que vas superando los “rounds” te vas quedando más tocado por sus tramos duros seguidos por descansos, para los últimos 8 kms a más de 2.000m empezar con el último asalto y acabar ganando casi llegando al K.O. a los puntos al coronar justo en 2.408m.
Todo iba como lo previsto e iba saliendo todo según lo previsto (al más puro estilo Anibal Smith) y llegábamos a Canillo y paramos en una fuente por agua, al poco llegamos al segundo avituallamiento después de una dura subida, donde Rosa (en inicio de una crisis de fuerzas) decidió no parar (cosa que acusaría más tarde, pues olvidó comer), Blanca y yo empezamos la “caza” de Rosa que iba por delante, aunque a la vista pero eternamente inalcanzable con el paso de los kms y las bromas se iban limando las distancias, pasando por El Tarter, y llegando al avituallamiento de Soldeu a 2.000m de altitud para atacar los últimos metros (a la postre más duros por el efecto de superar los 2.000m y haber menos oxígeno, y no estar adaptados como Sergio, Fredy, y Sebas “pseudo-escarabajos” del grupo A) reponemos y seguimos para arriba admirando las vellas vistas que nos obsequia la subida (ya que mirar a la carretera desanima por sus largas rectas) y es cuando llegamos a la Rotonda de acceso al Túnel de Envalira, 7 kms a cima donde el grupo se desmenbra y cada uno hace su subida. Viendo a una Blanca de menos a más que coronaría a la par primera, yo dedicándome a lo mío, (las fotos y disfrutar) y con Rosa luchando pedalada a pedalada para no poner pié a suelo. Un hombre de la organización que no se separó de nosotros con un coche de apoyo en todo el recorrido desde ALP y que iba parando cada pocos kms para ver como estábamos llamó al bus escoba que esperaba a la cima y lo hizo bajar para recoger a Rosa, yo pese a animarla y ver que estaba a 3 kms de la cima, (ya estando en las paelleras) subió al bus hasta la cima. A todo esto Blanca trepaba las curvas como una cabra montesa, con un ritmo alegre ya inalcanzable. En la cima nada de frío (nos reímos recordando los consejos del amigo de Blanca) Ya estaba el objetivo uno cubierto. Nos avituallamos y Rosa no pudo continuar ya que en un gesto altruista que la honra mucho le cedió una de sus ruedas a otro participante que rompió en la bajada los radios y volvió a pie hacia atrás para llegar a cima del Envalira.
Ya sólo quedábamos dos, y nos vestimos para las mejores galas descendentes e iniciamos el descenso en que no hacía falta ni el chubasquero del calor que hacía 27ºC y en el que inconscientemente alcancé (sin proponérmelo) los 89 Km/h entramos en Francia por una carretera sinuosa y peligrosa por las grietas de la nieve en la carretera hasta el cruce de la que sería la segunda batalla del día “Col du Puymorens”, tres kms de carretera recta y con desnivel suave, pero que se hace muy pestosa, como buen “Sherpa” me encargue de guíar el camino y la subida charlando y bromeando haciendo la subida más amena y casi sin darnos cuenta llegamos a la cima. Segundo reto del día. Nos paramos a hacer la foto bajo la mirada de los voluntarios que nos estaban esperando con paciencia sin decir nada, e iniciamos el descenso hacia del Puymorens hacia Puigcerdà, siendo constante bajada hasta Ur, donde tras 3 kms de recta larga entramos en Bourg-Madamme ultimo pueblo francés limite con España, y al entrar a Puigcerdà la gran sorpresa, la rotonda cortada y los aplausos y pitidos de los coche patrulla de los Mossos que cortaban la calle… (Creo que animaban más a Blanca, por que si llego a ir solo me dan de palos… jejeje) y la última cima, es una tontería de subida de 1.5 kms pero con 140 kms en las piernas y mas de 2.400m acumulados en las piernas se atraganta bastante… culminamos (no si un ataque de Blanca) y entramos en la recta de meta que pica un poco hacia arriba… y…. ¿Sorpresa? Blanca vuelve a sprintar,,, (De casta le viene al galgo) finalmente me rindo y entramos en meta volviendo teniendo el honor de ser los dos últimos que la van a cruzar escuchar el ansiado pitido, y los allí asistentes rompen en un gran aplauso que nos hace que no sepamos donde mirar, y esa vergüenza de niño pequeño al conocer a alguien.
Ya está hecho, han sido 8 horas y 5 minutos, acabamos algo cansados y contentos, y con la promesa de que volveremos con Rosa para que se quite esa espina dolorosa de no haber podido coronar, sabiendo lo doloroso que es no cumplir un objetivo que está tan cerca y para el que te has entrenado, pero esta vez aceptando los consejos de alimentación e hidratación para poder acabar.
P.D. El regreso no fue nada accidentado…
Destacar de la salida la "clavada" en el almuerzo de La Calçoteca, un sitio que ya es caro de por…
Hay que admitir que la amarilla es merecida..una simple amarilla..Tolo, al llegar a cuatro acarrea suspensión, así que menos protestar…
O en el bar (durante el almuerzo) ;-)
Habrá que pedir revisión en en VAR 🤷😅
En el comentario de Tolo, falta una información importante que cambia mucho las cosas. Se fueron por delante Tolo y…