José Pérez Francés cumple hoy 84 años

José Pérez Francés cumple hoy 84 años

Hoy es el cumpleaños del gran José Pérez Francés. Si hubiera que resumirle sólo con una frase habría que decir que sólo él y el Barça han sacado a un millón de personas a las calles de Barcelona.

Todos los libros y artículos coinciden en que era (y es) todo un carácter. Nació en Peñacastillo, Cantabria, pero vivió desde niño en Barcelona.

Muestra de su carácter es que su padre le dijo un día que si no le gustaba obedecer, que ahí tenía la puerta. Y se fue. Tenía 17 años.

Sus compañeros de la época cuentan que le gustaba llevar la contraria a lo establecido, que le faltaba sociabilidad con los compañeros, que no era considerado con sus gregarios…

Dos grandes logros en su carrera:

El pódium del Tour en 1963 (con Anquetil y Bahamontes).

La gran victoria de etapa del Tour de 1965, en Barcelona, entrando en solitario tras 223 km de escapada.

                                          

En diciembre de 2008 Tomás Guasch le hizo una deliciosa entrevista para AS.

Éstas son algunas de las perlas:

· José Pérez Francés sigue montando en bicicleta por Barcelona y alrededores. Unos cien kilómetros diarios. La cita es en el restaurante Español, en el Paralelo. “Por ahí enfrente, por esta misma calle pasé yo escapado camino de Montjuïc, donde estaba la meta. Entré por la Meridiana, procedente de Francia, y me acompañó un millón de personas por las calles de Barcelona.”

· Su mujer, su madre y su cuñado cerraron el bar que la familia regentaba en el Poble Sec barcelonés y se sumaron al tumulto. “Pero no les vi, iba pendiente del empedrado y de las vías del tranvía, no fuera a caerme. Ganar en Barcelona, mi ciudad desde los 17 años, me compensó más que el tercer puesto en París, mi podio en 1963. Todavía hay gente que me dice: Pepe, aquello lo viví como si el que corriera hubiese sido yo.”

· ¿Cómo empezó todo?

“En Aix les Termes hablé con Julito Jiménez y le dije que la etapa era buena para una escapada. Hacía mucho calor y eso a mí me venía al pelo. En pocos kilómetros se pasaban tres puertos, el último Collada de Toses, y después todo era llano hasta Barcelona. Julio me dijo que bueno, que me acompañaría, pero sólo a por los puntos del Premio de la Montaña, que lo otro le parecía una paliza. Total, que nos fuimos y se nos pegaron dos italianos. En Toses llevábamos catorce minutos de ventaja y Julito dijo que ya tenía bastante; los italianos también habían dimitido… Entonces me pregunté: ¿qué haces, Pepe? Pues tirar.”

“La paliza fue enorme, 223 kilómetros en solitario. Llegué con casi cinco minutos de adelanto…” “A más de 40 grados.”

· El temperamento de Pérez Francés sigue siendo el de siempre: pura pólvora.

Le llamaban el Rodolfo Valentino del pelotón, donde nunca tuvo muchos amigos. “Sí, iba a mi bola y ayudas tuve pocas, ni en la mili… Me tocó en África y un día me llamó el general que mandaba en la plaza. Me dijo que le habían llegado peticiones para que me dejara salir a correr pero que él no entendía de privilegios. Que si quería dos meses de permiso, los recuperaría al final. Le dije que ni hablar, que me licenciaría cuando me tocara y no volvería a verle en mi vida. Y eso hice”. Hablarle así a un general acabando los 50 era temerario… o cosa de Pérez Francés.

“Me molesta la tontería. Es como ahora, que porque el Tour volverá en verano a Barcelona me llaman para que esté con ellos. No: en Cataluña tuvimos un famoso negro, el de Banyoles, y ya se lo llevaron del museo en el que estaba. ¡Y yo no estoy disecado! No me gustan los ‘shows’. Me han llamado del Ayuntamiento de Barcelona, de la propia organización y no, no iré. Ese día saldré en mi bicicleta y veré la etapa desde casa…”

Todo eso después de pasarse por la tienda de bicicletas de un amigo en el Poble Nou.

(Nota: Ese amigo es el Pons)

· Hay para todos, también para Bahamontes. Primero, cal: “El mejor escalador de la historia, antes y ahora. Habría trinchado a Lance Armstrong sin duda alguna”. Y luego, arena: “Pero hasta ahí, ¿eh? Fuera de la carretera no iba con él ni a cobrar lotería. ¡Que nos tiramos catorce años comiendo su triunfo en el Tour!”.

· El mejor de siempre para Pérez Francés fue Fausto Coppi y cita al belga Rik Van Looy, “el único que ha ganado todas las clásicas”, como el especialista más extraordinario en el sprint.

Algunas curiosidades más de su vida e historial en los libros:

· Tuvo una enorme fama de guapo: le apodaron el «Alain Delon» español o “Rodolfo Valentino”.

· En su época el ciclismo pasó de correrse por selecciones nacionales a correrse por marcas comerciales. Sus grandes triunfos fueron con el Ferrys.

· Uno de los motivos de su enemistad con Bahamontes:

En el Tour de 1963, en la décima etapa, entre Pau y Bagnères de Bigorre, bajando el puerto de Aubisque, Bahamontes se negó a dar relevos a Pérez Francés y los dos españoles fueron cazados por Poulidor y Anquetil.

Días después, cuando Bahamontes iba fugado camino de Chamonix para conquistar el Tour, Pérez Francés se puso al servicio de Jacques Anquetil y llevó en volandas al francés para el triunfo final.

Al final, ganó Anquetil el Tour. Bahamontes 2º y Pérez Francés 3º.

· La etapa del Tour del 65 que ganó Pérez Francés fue la 11ª etapa, el viernes 2 de julio, entre Ax les Termes y Barcelona, de 243 kilómetros. Estuvo escapado 223 kilómetros.

El día anterior a la victoria de Pérez Francés, Bahamontes abandonaba el Tour y el ciclismo. Ironías del destino.

El equipo KAS tiró como un poseso tras Pérez Francés durante su fuga. Si el KAS no hubiera tirado aquel día del pelotón, Pérez Francés pudo haber ganado aquel Tour.

· En una entrevista dijo: “Yo no he visto a nadie comparable a Luis Ocaña” (se hicieron muy amigos), aunque insiste en que el mejor ha sido Coppi.

· En la Vuelta del 68, que la perdió frente a Gimondi, Pérez Francés tuvo una sospecha (que aún hoy no ha vencido) sobre la crono del penúltimo día:

“Me parece que ese tiempo que le dieron… Si me sacó tanto, tendría que haber llegado casi justo después que yo, y tardó mucho más que eso…”

· Pérez Francés y el Giro de Italia: Un desfallecimiento le alejó del Giro del 62 y en el Giro del 67 vistió 8 días de rosa.

· Muchos cronistas y especialistas de la época decían que Pérez Francés era el ciclista de más clase del pelotón: ¡subía, llaneaba, esprintaba y bajaba!

                                                     

El gran Mariano Cañardo

El gran Mariano Cañardo.

Mariano Cañardo Lacasta nació en Olite (Navarra) en 1906 y murió el mismo día del atentado de Hipercor, en 1987.

Quedó huérfano con 13 años, en 1919, y fue acogido por su hermana, que vivía en Barcelona.

Fue el primer gran campeón y el primer corredor profesional a tiempo completo del ciclismo español.
Entre 1926 y 1943 consiguió más de 100 victorias.

PALMARÉS:
Ganador de 7 Volta a Catalunya, que sigue siendo récord absoluto. La primera en 1928, la última en 1939.
En la primera Vuelta a España (1935) hizo segundo y ganó una etapa.
Hizo 6º en el Tour de 1936 y ganó 4 Campeonatos de España en carretera.

PROGRESIÓN:
En 1925 corrió su primera carrera con pantalones de pana después de que le prohibieran salir en calzoncillos. A final de año ya competía con los mejores ciclistas del país.
En 1926, con 20 años recién cumplidos, dio la gran campanada al clasificarse tercero en la Volta a Catalunya, que por entonces era la prueba más dura y prestigiosa del calendario español (La Volta es la tercera vuelta más antigua, después del Tour y el Giro). A raíz de aquel éxito Cañardo decidió dedicarse profesionalmente al ciclismo.
En 1927 ya era considerado de los mejores ciclistas del país.

   

La niña que está en brazos de Cañardo en estas dos fotos es su hija Neus.
Mariano Cañardo tenía dotes de escalador y fue uno de los mejores descendedores de Europa. Su hija Neus contaba que le hacía bajar la Collada de Toses adelantando a cualquier coche que se les ponía por delante.

Con el estallido de la guerra, en 1936, Cañardo se encontró con su esposa y con Neus en París y, al cabo de unas semanas, se trasladó al pueblo de Amélie-les-Bains, en los Pirineos.
Al final de la guerra Cañardo perdió los pisos en los que había invertido las ganancias de sus 12 años de profesional. Su casa de Amélie-les-Bains se convirtió casi en un centro de acogida para muchos de sus amigos y familiares que se exiliaron a Francia.

 

Mariano Cañardo fue un culé acérrimo y el escritor Iván Vega redactó una biografía suya y la presentó junto a Neus Cañardo en el Camp Nou.

En 2018 murió Neus y con ella se fueron muchos recuerdos de su padre.

Neus solía entregar en la Volta el premio al primer catalán y el último en recibirlo de sus manos fue Marc Soler en 2017.

José María Javierre. El primer español que corrió el Tour.

José María Javierre. El primer español que corrió el Tour.

Hasta principios de este siglo se pensaba que el primer español en correr el Tour era Vicente Blanco “El cojo”, en 1910; pero se ha descubierto que fue un aragonés de Jaca, José María Javierre, el primero en participar, en 1909.

Hoy contaremos la historia de José María Javierre y dejamos para otro día a Vicente Blanco, que merece un capítulo para él solo.

Javierre nace en 1888 y cuando tenía cuatro añitos muere su padre. Su madre, con cinco hijos, el pequeño todavía un bebé, se ve obligada a emigrar a Francia para sobrevivir. Toda la familia cruza caminando el puerto de Somport para instalarse en Lescar, cerca de Pau.

En 1909 José María Javierre, con 21 años, se inscribe en el Tour como Joseph Habierre y como natural de Lescar; es decir, como francés.

El de 1909 fue el Tour más frío de la historia: un invierno en julio. Participó en la categoría de “isolés” (aislados), los “sin equipo”, también conocidos como “touristes-routiers”.

Consigue acabar el 17º de la General (y 6º en la categoría de isolés).

Vuelve a participar en el Tour de 1910 y queda 24º. Es el Tour en el que se suben por primera vez los Pirineos y en el que el ganador, Octave Lapize, acusó a sus organizadores de “asesinos”.

Javierre, aunque se lo pidieron, no volvió al Tour.

En 1914 estalla la Gran Guerra y estuvo 4 años combatiendo. Fue cabo en el batallón senegalés y le concedieron la nacionalidad francesa. Volvió a casa cargado de medallas, pero volvió también machacado, cojo, con una pierna más corta que otra y con señales de metralla.